El uso de los videojuegos, ya sean para PC u otras plataformas como consolas o móviles, tienen efectos positivos o negativos en la salud. Entre los efectos positivos podemos nombrar la mejora de las habilidades cognitivas como la atención, la memoria y la capacidad para resolver problemas. Además, también ayudan a reducir el estrés y la ansiedad.
A día de hoy mucha gente utiliza los videojuegos, es una industria en constante crecimiento y evolución. Son una forma de entretenimiento en todo el mundo y cuentan con una gran variedad de géneros y estilos, que van desde simuladores de vuelo a juegos de aventuras, acción, estrategia o juegos de rol.
Sin embargo, el uso de los videojuegos también pueden tener efectos negativos como el sedentarismo, problemas de postura o trastornos del sueño y adicción. Debido a esto, es recomendable jugar de una forma responsable y equilibrada. Hay que tener en cuenta que los efectos de los videojuegos pueden variar según la edad, el tipo de juego y la duración de la sesión de juego.
Efectos de los videojuegos en la infancia y adolescencia
Como ya hemos dicho, los juegos tienen cosas positivas y negativas, sin embargo hay que tener en cuenta que a esa edad, los niños y los adolescentes, son muy influenciables. Se están desarrollando sus habilidades que hay que conocer para entender correctamente como el entorno puede influenciar su conducta para evitar efectos negativos en sus desarrollos.
En la infancia, el desarrollo cognitivo de los niños pequeños se lleva a través principalmente de la exploración e imitación. A medida que crecen, adquieren habilidades para pensar de manera cada vez más lógica y abstracta. El desarrollo social o como aprenden a ser conscientes de los demás y a interactuar con ellos se desarrolla en el entorno social que usan.
En la adolescencia, el desarrollo cognitivo se produce en que comienzan a pensar de manera más crítica y a cuestionar las normas y valores establecidos. También desarrollan habilidades para planificar y proyectar hacia el futuro. El desarrollo social es más complejo que en la etapa anterior, pues experimentas grandes cambios en sus relaciones con los demás. Esto les puede llevar a sentirse inseguros o incómodos con las expectativas sociales. En esta etapa buscan independencia y autonomía. También hay que tener en cuenta el desarrollo moral propio y a cuestionar las normas morales que se le enseñaron en la infancia.
Es importante que los padres y adultos establezcan límites, un uso saludable y equilibrado de los medios de comunicación y las tecnologías. Los videojuegos son puertas abiertas a la interacción social por lo que pueden estar expuestos a influencias perjudiciales para su desarrollo en su etapa de infancia o adolescencia.
Es muy importante establecer una comunicación abierta para educarlos sobre riesgos y las malas influencias, para ayudarlos a desarrollar un pensamiento crítico.
Los videojuegos no son responsables de esas situaciones, ni tienen que ver con un incorrecto desarrollo del joven. Hay que entender que hay plataformas sociales que giran al rededor del mundo de los videojuegos, y es conveniente en todo momento que los adultos las supervisen y se relacionen con las actividades de sus hijos. Ya sea en Youtube o en Twitch, hay creadores de contenidos que tienen unas conductas poco recomendables para el desarrollo de niños o adolescentes.
Saber donde está el límite, tener una buena relación y comunicación, para establecer normas para el entretenimiento saludable ayudarán a evitar situaciones como las siguientes a las que pueden estar expuestos:
- La violencia: la exposición a la violencia en los videojuegos o en cualquier entorno, puede aumentar la agresividad y la desensibilización hacia la violencia. Pueden entender equivocadamente que es una situación normal del comportamiento social.
- Adicción: un uso excesivo de videojuegos, redes sociales o Internet, puede llevar a una adicción que puede interferir en el desarrollo social y emocional de los niños y adolescentes.
- Aislamiento: cuando se pasa demasiado tiempo jugando videojuegos se pueden limitar las interacciones sociales de los niños y aumentar el riesgo de aislamiento y depresión.
- Contenido de odio: como el racismo o el sexismo, puede desarrollar actitudes negativas y perjuicios.
- Contenidos inapropiados: como la pornografía o el contenido sexualmente explícito, puede tener un impacto negativo en el desarrollo sexual y emocional de niños o adolescentes.
- Ejemplos negativos: Hay generadores de contenidos en plataformas sociales que pueden ejercer una fuerte influencia negativa con los comportamientos y actitudes que muestran a niños y adolescentes. Por ejemplo, mostrando comportamientos inapropiados o inmorales.
